Comprendiendo el Dolor Radicular

Puntos Clave:

– El dolor radicular, como la ciática, es un problema común que se presenta a fisioterapeutas musculoesqueléticos y médicos generales.

– En un reciente estudio de atención primaria en el Reino Unido que incluyó a 609 pacientes, el 60% de las personas que presentaban una combinación de dolor de espalda y pierna fueron diagnosticadas con ciática.

– El dolor radicular es causado por la inflamación y/o compresión de las raíces nerviosas lumbosacras (L4-S1), lo que resulta en una función nerviosa anormal.

– El dolor generalmente se presenta en la nalga, viaja hacia abajo por la pierna y a menudo se extiende por debajo de la rodilla.

Comprendiendo el Dolor Radicular:

El dolor radicular ocurre debido a la inflamación o compresión de las raíces nerviosas lumbosacras, lo que provoca una función nerviosa anormal. Esta condición se manifiesta con síntomas como parestesia, dolor, hiperalgesia, alodinia, hiperreflexia y espasmos musculares. El dolor se origina en la nalga y se irradia hacia abajo por la pierna, a menudo extendiéndose por debajo de la rodilla.

La radiculopatía lumbar, por otro lado, resulta en una pérdida de la función nerviosa. Se presenta como hipoestesia, anestesia, reflejos débiles o ausentes, debilidad muscular y reducción de la sensación. No es raro que los pacientes presenten características tanto del dolor radicular como de la radiculopatía, lo que provoca una radiculopatía dolorosa.

Factores de Riesgo para el Dolor Radicular:

Identificar los factores de riesgo y las causas del dolor radicular es esencial para un diagnóstico preciso. Los factores de riesgo incluyen el tabaquismo, la obesidad, el trabajo manual, el trabajo que requiere flexión, conducir durante largos períodos, caminar moderadamente, el estrés mental y la insatisfacción laboral. Además, ciertas condiciones como lesiones de disco, estenosis espinal o de los recessos y espondilolistesis contribuyen al desarrollo del dolor radicular.

Diagnóstico de la Ciática:

El diagnóstico de la ciática se basa principalmente en los síntomas subjetivos del paciente y los hallazgos de un examen físico. No hay pruebas específicas para la ciática, pero una combinación de hallazgos positivos en el examen aumenta la probabilidad de la afección. Rara vez se requiere imágenes para hacer un diagnóstico a menos que se sospeche una patología grave subyacente o si el tratamiento conservador no brinda alivio esperado.

Los signos y síntomas comunes de la ciática incluyen un dolor dominante en la pierna (más que en la espalda), dolor en la pierna por debajo de la rodilla, un patróndermatómico, parestesia y/o pérdida sensorial que se alinean con la raíz nerviosa espinal, cambios miotómicos, cambios en los reflejos y dolor en la pierna al toser, estornudar o respirar profundamente. Durante el examen físico, es posible encontrar debilidad motora unilateral, ausencia de reflejos tendinosos, prueba de elevación de la pierna recta positiva, prueba de cruzar la pierna positiva y aumento de la distancia entre los dedos y el suelo (>25 cm).

Es crucial que el profesional pueda descartar patologías graves al evaluar al paciente en busca de traumatismos, cáncer o infecciones graves. Si el índice de sospecha de una patología grave es bajo, se debe considerar si el diagnóstico primario de dolor radicular es preciso o si el dolor proviene de otro lugar que no sea la raíz nerviosa. A continuación, se presentan otras condiciones potenciales que pueden simular el dolor radicular.

En casos de anestesia en silla de montar, trastornos de la vejiga, pérdida de tono en el esfínter anal, disminución de la función sexual y/o déficits neurológicos graves y progresivos, puede estar presente el síndrome de cauda equina y los pacientes deben ser remitidos de inmediato para recibir atención médica. Consulta la imagen a continuación para obtener una descripción de las señales de advertencia del síndrome de cauda equina.

Dolor Radicular o Dolor Referido:

En este punto, es posible que te preguntes: “Bueno, mi sospecha de una patología grave es baja, ¿entonces necesito saber si esto es un problema de la raíz nerviosa o no?” Esta es una pregunta válida y para algunos pacientes puede que no importe. Estos son los pacientes que mejoran sin la intervención de un fisioterapeuta y se recuperan naturalmente en los plazos esperados. Sin embargo, si un paciente no se recupera como se espera y puede requerir un tratamiento más invasivo, es importante que nuestro diagnóstico sea lo más preciso posible para brindar al paciente las mejores opciones de tratamiento individualizado. Por lo tanto, vale la pena considerar si se trata de un dolor radicular o de un dolor referido.

Evaluación Objetiva:

La evaluación objetiva debe incluir un examen neurológico para investigar el funcionamiento del nervio. Esto debe incluir la evaluación del tacto ligero, los reflejos y la fuerza motora. Es importante tener en cuenta que estas pruebas solo evalúan el 30% del nervio. Para evaluar el 70% restante del nervio, se pueden utilizar métodos adicionales como la estimulación con alfileres o la evaluación de la temperatura mediante dispositivos de calor/frío.

Conclusion:

En conclusión, para comprender y diagnosticar correctamente el dolor radicular y las patologías de las raíces nerviosas, es crucial que los profesionales de la salud consideren diferentes condiciones y factores de riesgo, realicen un examen físico exhaustivo y descarten patologías graves. En la segunda parte de esta serie, se abordará el manejo del dolor radicular

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